Era de Oaxaca asesino serial de Atizapan; tenía bitácora del peso de los restos de sus víctimas

Pero la ira de los reclusos se desató porque se considera que cometió al menos 20 feminicidios. Y no sólo por el hecho, sino por la forma en la que lo hacía y las atrocidades relacionadas con los crímenes. El sujeto se dedicó a llevar una bitácora en la que explicaba cómo maltrataba a sus víctimas. 

En las notas que se dieron a conocer se explica la forma en la que veía a las mujeres a las que atacaba. Sus apuntes tienen todo tipo de información sobre las víctimas y las partes del cuerpo de cada una de ellas. 

 

Apuntaba la hora de los fallecimientos

La imagen que se mostró en redes sociales es parte de una bitácora que llevaba para anotar información de sus víctimas y de los crímenes que cometía. “17 de diciembre 94. A las 5 de la mañana pasó a otra vida”, se puede leer en una de las notas del asesino. Ahí llevaba a detalle fechas, días, horas, el peso de las partes del cuerpo que cortaba y otra información de las mujeres que atacó. Es más, hasta los pechos de las féminas pesaba. 

Estos apuntes han servido a la Fiscalía del estado para investigar los crímenes y así buscar una pena para el feminicida de 72 años de edad. El acusado es de origen oaxaqueño, pero al menos 40 años ha vivido en la entidad mexiquense. En la casa en la que vivía se han encontrado restos de varias de sus víctimas.

De acuerdo con información extraoficial, se le responsabiliza por al menos 20 feminicidios. Muchos de los objetos de sus víctimas están anotados en la libreta. Además, en su casa conservaba objetos que pertenecieron a las mujeres que mató. El juez que lleva el caso fijó un plazo de tres meses de investigación complementaria y prisión preventiva en lo que se dicta sentencia.

Tenía dos caras

Andrés ‘N’, investigado por asesinar a varias mujeres en el Estado de México, tenía dos caras: la de un ciudadano ejemplar, que como presidente del consejo de su colonia obtenía recursos para niños y personas en situación de calle, y la segunda, un caníbal que videograba a sus víctimas y las enterraba en el sótano de su casa.

Un caso muy similar al de John Wayne Gacy, quien fue nombrado ciudadano del año en los años setenta, en Chicago, Estados Unidos, década en la que mató 33 personas cuyos restos enterró también en su sótano.

Hay una única licencia de conducir que tramitó Andrés Filomeno.

El documento refiere que nació el 29 de noviembre de 1947, que el permiso vencía en octubre de 2019 y fue tramitado en Atizapán.

Su credencial del INE, con vigencia hasta el 2024, fue tramitada con el domicilio en la colonia Lomas de San Miguel, donde fueron encontrados cerca de 2 mil restos óseos que podrían corresponder a un gran número de víctimas.

Ambos documentos son los que Andrés usaba para cobrar 600 pesos trimestrales como presidente del consejo ciudadano de su colonia.

También los usó para vacunarse, en abril pasado, contra el COVID-19.

Según documentos del gobierno de Atizapán, Andrés usaba el dinero para comprar balones de futbol a niños, sopas instantáneas para personas en situación vulnerable y pintura para remozar las fachadas de las casas.

En su comunidad lo reeligieron como presidente desde 2016, lugar que le permitió convivir con personajes de la política, como el actual candidato a alcalde, Pedro Rodríguez.

Esa es una de las caras de Andrés, la otra se encontraba en un sótano oculto dentro de su casa.

Entre trofeos de futbol, piñatas, chácharas y cajas de cartón, personal de la fiscalía mexiquense encontró los restos de Reyna, la última de sus víctimas.

En el piso había restos carcomidos, por lo cual se estableció que Andrés podría ser antropófago, es decir, caníbal.

Las videograbaciones encontradas sobre una mesa contenían lo que aparentemente son feminicidios ocurridos en los últimos 9 años.

La Fiscalía indaga si las imágenes podrían corresponder con alguna de estas 2 mujeres, Flor y Rubicela.

Se han revisado más de 200 carpetas y averiguaciones para identificar a más víctimas. Se realiza análisis forense a 12 teléfonos celulares hallados y genéticos a diferentes prendas.

Todo indica que Andrés asesinó a varias mujeres en ese sótano, sin que un médico que rentaba como consultorio un cuarto aledaño y una familia que rentaba otro espacio se hubieran dado cuenta.

“Pero eso que me acabas de decir es una frase que se repite con cada feminicida serial. No viven en espacios apartadísimos, y sin embargo la gente los ve como cualquier persona normal, de perfil bajo, de personas que no tienen problema con los vecinos”, explicó Dilcya García, fiscal de género en el Estado de México.

En poco menos de tres meses, la situación jurídica de Andrés tendrá que ser resuelta. Asimismo, autoridades penitenciarias harán un análisis psiquiátrico para que un juez valore si puede o no, convivir con otros reos o si deberá ser confiando en una celda especial y aislado.