Los visitantes, entre extranjeros y nacionales, acceden de tres en tres hasta que el mismo número de personas abandonan el lugar. De todas las playas que se ubican en toda la Costa, las que pertenecen a Mixtepec son los únicos espacios que establecieron módulos de vigilancia y restringieron el acceso como parte de las medidas preventivas, aunque en la playa todos olvidaron que se atraviesa una pandemia y disfrutan de su día sin sana distancia y con ausencia de cubrebocas.
A menos de un kilómetro de Carrizalillo está la playa Principal, perteneciente a Santa Maria Colotepec. Aquí es todo lo contrario; no hay filtro sanitario ni vigilancia, aunque coinciden en algo con los visitantes de Carrizalillo: no usan cubrebocas ni practican la sana distancia. La afluencia y concentración de personas es visiblemente mayor, debido a que la extensión de la franja de playa es más grande y es difícil que la autoridad controle el acceso.
Aladino Sandoval, director de Turismo del Ayuntamiento de Mixtepec, informa que se tiene proyectado en este segundo destino de playa más importante de Oaxaca, después de Huatulco, tener un 65% de turismo, principalmente nacional. Aunque hasta este Viernes Santo se ha logrado sólo un 40%, lo que al final es esperanzador para los prestadores de servicio que tienen esta fecha como temporada alta.
Un fenómeno que detectaron las autoridades es que la pandemia modificó las formas de vacacionar. En Puerto Escondido los visitantes adelantaron sus vacaciones desde enero o las pospusieron para después de Semana Santa. Esto como una medida para evitar estar en las aglomeraciones, además de que prácticamente los visitantes evitaron los autobuses turísticos, llegando en sus propios vehículos o utilizando los viajes aéreos, lo que se vio reflejado en nuevos horarios de vuelos.
Otras playas de Oaxaca en Semana Santa
En el corredor de playa que integran Mazunte, San Agustinillo y Zipolite, la presencia del turismo es mucho más baja que en las playas de Mixtepec, Colotepec y Huatulco. Aquí la afluencia es de un 40% de turismo nacional, a diferencia de años anteriores a la pandemia, que rebasaba el 100% de ocupación y la derrama económica llegaba hasta las poblaciones cercanas.
Pero ni las restricciones ni la bandera roja debido al mal tiempo impidió que los visitantes insistieran en bañarse en el mar altamente embravecido, pese a que tan sólo hace dos días un turista estadounidense fue golpeado por una ola, muriendo al instante.
Los prestadores de servicio de Zipolite tienen fe en que a pesar del mal tiempo y la pandemia, este fin de semana se alcance por lo menos 60% de las visitas, lo que los ayudaría a recuperarse de las pérdidas que han registrado en un año con la cancelación de eventos como el Festival Nudista, que llegaba a reunir a más de cuatro mil personas en tan sólo dos días.
Con información de INFORMADOR.MX