El nuevo papa es el cardenal estadounidense Roberto Francisco Prevost

Agencias

Vaticano. Robert Francis Prevost, de 69 años, se convirtió este jueves en el sucesor del papa Francisco y en el primer pontífice estadunidense y peruano de la Historia con el nombre de León XIV.

En sus primeras palabras desde el balcón de la basílica de San Pedro del Vaticano poco después de su elección, el nuevo Papa lanzó un “llamado a la paz” a “todos los pueblos” e instó a “construir puentes” a través del “diálogo”, avanzando “sin miedo, unidos, dando la mano a Dios y dándonosla entre nosotros”.

Desde la logia de la Basílica de San Pedro, recordó que fue un sacerdote agustino, pero que era sobre todo un cristiano y un obispo, “para que todos podamos caminar juntos”.

Habló en italiano y luego cambió al español, recordando sus muchos años como misionero y luego como arzobispo de Chiclayo, Perú.

El 267 pontífice de la Iglesia católica nació en Chicago pero también tienen la nacionalidad peruana.

Los llamados “príncipes de la Iglesia” necesitaron dos días para elegir al nuevo papa, al igual que en 2005, cuando escogieron a Benedicto XVI, y en 2013, con Francisco.

El pontífice argentino, fallecido el 21 de abril a los 88 años, encabezó la Iglesia por 12 años con un pontificado reformista enfocado en los pobres y los migrantes, pero fue blanco de críticas entre los sectores más conservadores.

Su sucesor enfrentará numerosos desafíos internos, como la pederastia en la Iglesia, la crisis de vocaciones y el papel de las mujeres, y externos, como los conflictos, el auge de gobiernos populistas y la crisis climática.

El nombre de Prevost surgió del mayor y más internacional cónclave de la Historia de la Iglesia, que reunió en la Capilla Sixtina a 133 cardenales electores procedentes de cinco continentes y unos 70 países.

Aunque los detalles de la elección permanecerán en secreto, salvo que el nuevo Papa decida lo contrario, lo único seguro es que obtuvo al menos dos tercios de los votos para ser elegido.

“¡Viva el papa!”

Miles de personas esperaban ya en la plaza cuando, poco después de las 18H00 (16H00 GMT), la esperada fumata blanca empezó a surgir de la chimenea de la Capilla Sixtina, la más observada del mundo desde el miércoles por la noche.

Miles de fieles y curiosos rompieron en aplausos y vítores en el Vaticano al ver la esperada fumata blanca, que estuvo acompañada del redoble de las campanas de la basílica de San Pedro, constataron periodistas de AFP.

Las miles de personas congregadas en la plaza ondeaban banderas de Brasil, Chile, Polonia, Colombia, Italia; algunos lloraban; otro gritaban “¡Viva el papa!”. Muchos llegaron corriendo para unirse a la celebración.

Bruna Hodara, una brasileña de 41 años de Porto Alegre, grabó con su celular el humo blanco que se elevaba sobre el soleado y primaveral cielo de la Ciudad Eterna. “¡Habemus papam, bien!”, celebró.

Sala de las Lágrimas

Antes de su presentación al mundo, la tradición establece que el flamante sumo pontífice entre en la Sala de las Lágrimas, ubicada al fondo de la Capilla Sixtina, para poder llorar ante la magnitud de la tarea que le espera.

Allí viste su primera sotana blanca entre las tres tallas disponibles y, antes de dirigirse al balcón de la logia de la basílica para presentarse, los cardenales le prometen obediencia.

En los próximos días, tendrá una especie de investidura papal con una misa celebrada ante líderes políticos y religiosos de todo el mundo.

Además, recorrerá la plaza de San Pedro en el papamóvil por primera vez y pronunciará una homilía en la que expondrá sus prioridades.

Pastor o diplomático

La elección se celebró en medio de gran incertidumbre geopolítica, lo que, según expertos, fue un tema clave en la votación.

Francisco creó el 80 por ciento de los cardenales que participarán en el cónclave, pero eso no era garantía de un continuismo de su pontificado.

La principal incertidumbre era si los cardenales elegirían a un pastor o a un diplomático, a un liberal o un conservador, alguien formado en la curia -el gobierno de la Iglesia- o a un desconocido procedente de las marginadas periferias.