Agencias
Ciudad de México.- “¡Feliz y agradecido!” se dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador después de la masiva manifestación de apoyo que recibió ayer en la marcha que él mismo encabezó.
Pero más que la satisfacción, la entrega de ese ente al que se refiere como “el pueblo”, le conlleva mayor compromiso. “Vamos a continuar, porque esto obliga a aplicarnos más. Nobleza obliga y muchas gracias, muchas, muchas gracias a toda la gente”.
En la mañanera de este lunes, apenas unas horas después de la ajetreada jornada donde cientos de miles –1.2 millones de acuerdo con cifras del gobierno de la Ciudad de México— al Presidente se le ve feliz. Es como si hubiera recibido la energía de toda esa gente que ayer se le entregó.
“Estoy muy contento, feliz, y sobre todo muy agradecido con la gente, con todos, porque se volvió a dejar de manifiesto la bondad, la generosidad, la solidaridad de nuestro pueblo”.
Y continuó: “Mucho cariño, afecto, llantos, besos, abrazos, bendiciones, deseos de que nos vaya bien; y panes, tamales… y querían que yo recibiera un gallo”, describió apenas una parte de lo que vivió a lo largo del trayecto desde el Ángel de la Independencia hasta el Zócalo, el cuál le tomó más de cinco horas y media para recorrer ante la cantidad de gente que se dio cita y ante los miles que se arremolinaban por donde el mandatario pasaba para tocarlo, hablarle, sentirle, abrazarle.
“Es una fórmula efectiva y no falla: si se atiende al pueblo, la gente responde. Y no es cierto, repito una vez más, que el pueblo sea malagradecido, el pueblo es muy fraterno, muy solidario y es una lección para cualquier gobierno en cualquier parte del mundo.
La conferencia matutina abrió con la pregunta inevitable: la marcha de ayer y la valoración del jefe del Ejecutivo.
Aseveró que lo más relevante en el proceso de transformación es el cambio de mentalidad, pues cuando ésta cambia, todo se transforma.
“Hay veces que hay revoluciones y la gente sigue pensando de la misma manera, ahora no, estamos viendo un proceso de transformación en paz y hay un cambió de mentalidad porque se está impulsando una revolución de las conciencias. Ayer una de las cosas que más celebró la gente en mi intervención fue cuando dije vamos ganando la batalla al racismo, al clasismo, a la discriminación, eso no tiene que ver con lo material, ni con programas de bienestar, eso tiene que ver con el cambio de mentalidad”.
Como lo destacó ayer en su discurso, hoy enfatizó en la presencia de miles de jóvenes a lo largo del recorrido. “Me produjo también una gran satisfacción el que hayan participado muchísimos jóvenes, también porque había que caminar ¿no? Y los adultos mayores se les convocó a que estuviesen esperando en el Zócalo, pero también había adultos mayores en la marcha. Sin embargo muchísimos jóvenes, muchos jóvenes, y eso es muy estimulante porque es el relevo generacional, no sólo en cuadros dirigentes, sino en integrantes de la ciudadanía”.
Resaltó el saldo blanco de la marcha, aun ante la gran cantidad de participantes. “No se quebró un vidrio, los negocios estaban abiertos, muchos ahí en los negocios, los trabajadores, participando, aplaudiendo, en algunos casos prestando los baños, como se dice comúnmente en la policía: saldo blanco, también es de celebrarse”.
López Obrador reconoció que sí esperaba ese nivel de respuesta de la gente, pues dijo que lo ve en cada gira que realiza, cuando recorre los pueblos del país. “Y es esto mismo, en pequeño, es lo que constato en mis giras. Nada más que ésta (la de ayer) es una manifestación grande y se expresa más todavía esa solidaridad.