Luego de tener un panorama en contra, el pronóstico de Pedro Lezama luce menos desesperanzador.
Aunque sus familiares no se adelantan a nada, el estado del joven becario es estable, crítico, pero estable.
Luego de que le cayeran ciento de láminas sobre el cuerpo y le perforaran los intestinos, los médicos lograron retirarle parte de los intestinos dañados, Pedro logró ya tomarse sus primeras fotos con sus familiares, e incluso fue grabado haciendo ejercicio con una mano, moviéndola de arriba a abajo.
Ha recibido la mejor atención en el Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional La Raza del IMSS en la Ciudad de México, luego de que fuera trasladado desde su ciudad Tuxtepec, Oaxaca, donde sufrió el accidente de trabajo mientras era parte del proyecto Jóvenes Construyendo el Futuro.