El pasado 11 de marzo, la Organización Mundial de la Salud declaró que tras los elevados casos de contagio, el COVID-19 era una pandemia. Y tres días después, el 14 de marzo para ser exactos, en el estado de Oaxaca se reportó el primer caso positivo.
En la región Cañada, y específicamente en la Sierra Mazateca, las personas vieron poco problable que el nuevo coronavirus llegara a los pueblos de la zona, pues estamos a 220 kilómetros de la capital del estado.
Sin embargo, el 21 de abril se confirmó en el hospital del IMSS de Huautla de Jiménez el primer caso y también el primer deceso. Se trató de un hombre originario de la localidad de San Martín Caballero, del municipio de San José Tenango; incluso, trascendió que habría contraido el virus durante un viaje a la Ciudad de México. Sin embargo, familiares y habitantes de la localidad continuan negando que el deceso se haya sido por COVID-19.
A partir de ese primer caso, varios más comenzaron a registrarse en la región de forma paulatina. Hoy, de los 45 municipios que conforman la región Cañada, 13 tienen casos confirmados de COVID-19.
Llama la atención que los más golpeados por la nueva enfermedad sean municipios del distrito de Cuicatlán.
De acuerdo con el último reporte de los Servicios de Salud de Oaxaca, de fecha 6 de junio de 2020, los municipios de la región con casos confirmados son Teotitlán de Flores Magón con 3, San José Tenango 2, Santa María Teopoxco 1, San Juan Bautista Cuicatlán 9, Huautla de Jiménez 6, San Martín Toxpalan 2, Santa María Pápalo 1, Santa María Tecomavaca 1, San Juan Los Cués 1, Valerio Trujano 2, San Mateo Yoloxochitlán 1, Chiquihuitlán de Benito Juárez 1 y San Jerónimo Tecoatl 1.
Al principio de los primeros casos confirmados en la Sierra Mazateca, los presidentes municipales mostraron interés en poner marcha acciones de prevención para evitar que más personas pudieran contraer el virus, más cuando las personas oriundas de la región comenzaron a regresar a sus comunidades de origen debido a que los empleos se pausaron en Puebla, Estado de México y Ciudad de México, donde radican principalmente quienes han emigrado.
Sin embargo, al paso de los días, es notorio que la unidad que tenían los ediles de la región ha quedado minada por el desinterés de actuar con contundencia para reducir la movilidad de las personas, muchas de las cuales siguen creyendo que el COVID-19 no existe y que es un invento del gobierno.
Derivado del alarmante incremento de casos en todo el estado de Oaxaca, adquiere importancia el mensaje del gobernador Alejandro Murat Hinojosa para que las personas se aislen hasta el 15 de junio para evitar más contagios. Este anuncio debe ser un recordatorio a los munícipes de la Cañada que en los últimos días no han asumido su responsabilidad de cuidar la salud de la población.
Como lo dijo recientemente Oswaldo García Jarquín, presidente municipal de Oaxaca de Juárez, capital del estado y el municipio más grande de la entidad, “debemos entender que la vida nos cambió para siempre con la pandemia”.
Eso es lo que deben tener en cuenta los ediles de la Sierra Mazateca y Cañada y retomar, en lo inmediato, la coordinación que tenía al inicio de la emergencia sanitaria, pues hoy hay filtros de control sanitario que no están funcionando.
Algunas autoridades municipales se quejan de que son objeto de insultos por parte de sus conciudadanos por las medidas de prevención que pusieron en marcha, asegurando que por esa razón es mejor no darles continuidad, pero las consecuencias de estas decisiones recaerán en la responsabilidad de los ediles que son omisos ante la pandemia.
Los presidentes que han mostrado desinterés para coordinarse con otros Ayuntamientos aún están a tiempo para retomar las tareas de prevención porque los contagios están a la orden del día y falta una semana que se proyecta como la cúspide de la propagación del virus.
En la región, el Ayuntamiento de Huautla de Jiménez continúa firme con medidas de prevención, manteniendo los filtros sanitarios que tiene instalados en Puente de Fierro, Loma Chapultepec y la desviación a San Andrés Hidalgo.
Además están prestando auxilio en el filtro sanitario de las autoridades municipales de Santa Cruz Acatepec, sobre la carretera federal 182. En su jurisdicción, Santa María Chilchotla tampoco ha bajado la guardia; tienen instalados dos filtros, uno en María Luisa y otro en Piedra Ancha, desviación a Santa Rosa.
Las autoridades municipales de la región tienen que reflexionar con urgencia y seriamente sobre si consideran que con lo que han hecho sus municipios ya están a salvo del COVID-19. Si la respuesta es negativa, tienen mucho trabajo por delante.
Finalmente, es muy importante recordarles a los presidentes municipales que, como dijo el doctor Hugo López-Gatell, Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, en la Secretaria de Salud Federal, las medidas de control sanitario no son para “cerrar el paso”, o transgredir el derecho constitucional al libre tránsito, sino que son para llevar un control de la movilidad y, en el mejor de los casos, detectar posibles casos sospechosos para su atención oportuna.