Un estudio realizado por la Universidad de la Cañada en 2018, descubrió al menos 20 casos de esta enfermedad en Mazatlán Villa de Flores, la llamada “enfermedad de los pobres”.
Los enfermos no tienen acceso al tratamiento adecuado para combatir el Mal de Chagas, padecimiento infeccioso ocasionado por un parásito encontrado en las heces de la vinchuca o chinche común que se aloja en techos y paredes de los hogares que son de adobe.
La enfermedad puede causar fiebre, fatiga, dolor de cuerpo, de cabeza, diárrea, pérdida de apetito, vómitos, sarpullido y párpado hinchado. En casos avanzados de la enfermedad puede causar muerte súbita, corazón agrandado que no bombea sangre bien, problemas con la digestión y evacuación de heces, mayor probabilidad de derrame cerebral.
En 2009 médicos Sin Fronteras detectó casos en diversas comunidades de México y determinó que Oaxaca es un lugar endémico para esta enfermedad.
Los investigadores de la Universidad de la Cañada realizaban pruebas para identificar anticuerpos de esta enfermedad y como resultado detectaron, en aquella época, una veintena de casos, los contagios sucedieron debido a la llamada chinche besucona.
La enfermedad se contagia cuando su orina o heces tienen contacto con la piel agua o alimentos. Debido a que está chinche es muy pequeña los pobladores no notan el momento del contagio y los pacientes no pueden iniciar un tratamiento hasta que tengan un diagnóstico del Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (INDRE).
Sólo con dicho diagnóstico las personas serían canalizadas al centro de salud que les corresponde para poder acceder a los medicamentos que solamente están disponibles en el sector salud público Y no se venden de forma particular.
Los investigadores encontraron que niños, adultos y adultos mayores eran parte de la población afectada por la enfermedad y dedujeron que había más, aunque sin las pruebas idóneas la enfermedad avanza de forma silenciosa.
CON INFORMACIÓN DEL UNIVERSAL OAXACA.