Al filo de las 11:00 de la mañana de este lunes, tres féretros salieron de una humilde vivienda de madera y lámina. Ahí, al interior, fue acribillada la familia compuesta por Magdaleno García García, de 43 años, y Marcelina Carrera Ildefonso, de 45 años de edad, y su hija María Magdalena García Carrera de 18 años.
En el templo católico de la agencia municipal de San Andrés Hidalgo, ya los esperaba el párroco para oficiar la misa de cuerpo presente. Centenares de feligreses de las comunidades aledañas a San Andrés Hidalgo, acompañaron a los fallecidos. Expresaban que no podían concebir la maldad sin límites que había motivado este multihomicidio.
La cuarta víctima, Benito García García, con domicilio en Agua de la Rosa, agencia de Huautla de Jiménez, fue sepultado en su tierra natal.
Momentos antes de que cerraran las tres tumbas, Arnulfo Rodríguez un ciudadano caracterizado de San Andrés Hidalgo, se dirigió a los presentes para señalar que nadie tiene derecho a quitarle la vida a otro ser humano, lamentó este hecho sin precedente y dijo que este acontecimiento debe de servir de reflexión para todos pues la violencia no es el camino para arreglar un problema.
Pidió a todos tener un corazón grande ante cualquier problema; expresó para las autoridades municipales o de otras instancias están para escuchar a los ciudadanos, para conciliar y buscar el mejor camino para superar las diferencias sin llegar a lastimarse.
Hizo notar que no hay porqué pelear por terrenos, linderos o por otras razones, porque cualquier tipo de problema tienen solución.
“Dios no dejó esas enseñanzas, Dios quiere que nos amemos unos a otros, hay que orar por los que cometieron estos lamentables hechos, para que reflexionen y se den cuenta que no está bien lo que hicieron”, exclamó.
Como persona de conocimientos y guía moral de la agencia municipal, agradeció a cada uno de los presentes y envió su deseo para que cada uno regresara con bien a sus lugares de residencia, al tiempo que se despidió de su entrañable amigo Magdaleno.
Josefina García Carrera, la única sobreviviente del ataque, continúa hospitalizada y su estado de salud se reporta como muy grave.