Niño mexicano muere tras intentar ingresar ilegalmente a Estados Unidos

El niño mexicano fue encontrado junto a una mujer de origen guatemalteco y otro menor de tres años, quienes se encontraban inconscientes.
 
Tras el aumento del flujo de migrantes, un niño mexicano de nueve años murió intentando cruzar el Río Bravo para ingresar a Estados Unidos, informó este viernes la patrulla fronteriza.
 
De acuerdo a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), el niño mexicano fue encontrado junto a una mujer de origen guatemalteco y otro menor de tres años, quienes se encontraban inconscientes en una isla del río el pasado 20 de marzo.
 
“Los agentes encontraron a los individuos e inmediatamente intentaron administrarles primeros auxilios y transportarlos hacia tierra firme”.
 
Tras las labores de reanimación, la mujer y el menor de tres años respondieron positivamente; sin embargo, el niño mexicano murió.
 
Las autoridades reportaron que estos tres migrantes —que no lograron ser identificados— integraban un grupo de más de 500 personas rescatadas de situaciones de peligro en los últimos cinco meses.
 
Flujo de migrantes menores de edad va en aumento
 
El número de migrantes que intentan cruzar ilegalmente a Estados Unidos sigue en aumento, tan sólo este jueves fueron detenidos cerca de 6 mil intentando ingresar al país, según un alto cargo del CBP.
 
Sin embargo, a diferencia de años pasados cuando la mayoría de los migrantes ilegales eran adultos que viajaban solos, en los últimos meses cerca de la mitad son familias o menores no acompañados.
 
La gran mayoría son devueltos a territorio mexicano, pero a los menores solos y a algunas familias se les permite la entrada a Estados Unidos.
 
Debido a lo anterior, los centros de alojamiento para niños se encuentran saturados, tanto los que pertenecen al CBP como los que son administrados por el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS).
 
El miércoles, el CBP tenía en custodia a 5 mil 156 migrantes menores de edad, mientras que el HHS albergaba a 11 mil 900.
 
Sólo en el mes de febrero más de 9 mil menores no acompañados —la mayoría procedentes de México y de Centroamérica— ingresaron ilegalmente a Estados Unidos y se espera que este mes de marzo superen los 14 mil en total.