“El gel nos está llegando temprano, pero apenas lo ponemos a la venta se acaba en unas cuantas horas”, expone una de las empleadas de una conocida franquicia de farmacias.
Mientras que en otra de productos genéricos la respuesta es más contundente, “nos llega cada semana, pero desde hace días no nos llega, el producto está agotado”.
En un supermercado de la colonia Reforma Ernestina consigue dos pequeños botes de 60 mililitros, quería más pero la encargada de la farmacia le dice que solo puede vender dos por familia.
En el súper de enfrente Juana no corre con la misma fortuna, el gel antibacterial tiene días que no ha llegado.
Se agotan productos de la canasta básica
De igual manera tampoco hay huevo, un producto indispensable para la mayoría de mexicanos de la canasta básica.
En el primer súper visitado no hay ninguna marca disponible de las surtidoras de huevo, en la franquicia de enfrente tiene dos días que no han surtido el producto.
Muchas personas han optado por las tiendas de abarrote para comprar el producto proveniente de las gallinas.
También es notorio los estantes vacíos en cuatro supermercados visitados, donde además del huevo, se agota rápidamente las pastas y sopas, además de los artículos de limpieza del hogar y desinfectantes.
Las compras de pánico se expandieron más rápido en la sociedad que el propio COVID-19.
México y Oaxaca aún están en fase 1, la preventiva.
La siguiente etapa a la que podría llegar si los casos siguen en aumento es la fase 2 en la que la cuarentena estaría impuesta de forma obligatoria.