Aída Ruiz, directora del Instituto Oaxaqueño de Atención al Migrante, informó que dicho organismo fue el encargado de la repatriación del fallecido a petición de la familia en luto.
Pese a un retraso de tres horas, el vuelo donde fue trasladado el cuerpo llegó a la Ciudad de México el último día del 2019; y después partió a Oaxaca, en donde fue velado en privado, para darle sepultura hoy.
Margarito Morares de Paz, hermano de Arturo, dijo a medios que a pesar de que aún están consternados por su pérdida, al tener a su consanguíneo ya en casa, le trajo a él y su familia un poco de tranquilidad.
“Solicitamos el apoyo de las instituciones estatales, federales e internacionales, para que puedan ejercer presión para que puedan seguir el proceso de investigación y, sobre todo, gestionar con las autoridades canadienses, que el asesinato de mi hermano pueda ser esclarecido”, pidió Margarito.
Arturo Morales, de 33 años de edad, trabajaba para una empresa ensambladora de aviones ejecutivos desde hace tres años; el pasado 18 de diciembre fue atacado a bordo de su vehículo, dentro del estacionamiento de un centro comercial. Planeaba tomar un vuelo al día siguiente para pasar las festividades decembrinas con su familia en Miahuatlán.