Agencias
La cifra de muertos tras el paso del huracán Ian aumentó este lunes a 88, informó la cadena CNN citando a autoridades locales del sur de la Florida.
Ian, una poderosa tormenta de categoría 4, azotó la semana pasada partes de la costa del Golfo de México y el centro de la Florida, dejando a su paso una estela de devastación y grandes inundaciones.
Los socorristas continuaban este lunes las labores de búsqueda de víctimas en las comunidades arrasadas, especialmente las cercanas a la costa y las islas circundantes.
También se han confirmado cuatro muertos en Carolina del Norte y tres en Cuba, atribuidas a Ian. La mayoría de las muertes en EEUU se han registrado en el condado de Lee, que no estaba en los primeros pronósticos de la trayectoria del huracán.
Más de 600.000 usarios estaban aun sin electricidad en la Florida. Criswell dijo que el gobierno federal está dispuesto a ofrecer una enorme ayuda, centrándose primero en las víctimas en la Florida, que se llevaron la peor parte de una de las tormentas más poderosas que haya azotado Estados Unidos.
El presidente Joe Biden y la primera dama Jill Biden visitarán el estado el miércoles.
Más de 1.600 personas has sido rescatadas en el suroeste y el centro de la Florida desde la semana pasada, informó el domingo la oficina del gobernador Ron DeSantis.
Los caminos inundados y los puentes rotos que conducen a islas dejaron a muchas personas aisladas en medio de un servicio limitado de telefonía celular y la falta de servicios básicos como el agua, la electricidad y el internet.
Las autoridades advirtieron que no se prevé que la situación mejore en muchas zonas durante varios días debido a que toda la lluvia que cayó no tiene a dónde desaguar.
En la isla de Sanibel, una comunidad de alrededor de 6.200 habitantes que quedó aislada tras el derrumbe de un tramo del viaducto que la unía a la península, proseguían los esfuerzos para encontrar damnificados y evacuarlos, así como también en las otras dos islas Captiva y Pine.
El contraalmirante de la Guardia Costera Brendan McPherson dijo a CNN que la destrucción es tan grande en Sanibel que el “área va a estar fuera de servicio por algún tiempo”.
Las autoridades esperan también que el número de muertes aumente mucho más.