
El País
El ministro de Transporte ruso, Roman Starovoit, ha aparecido muerto este lunes. Horas antes, el presidente Vladímir Putin había firmado su cese por sorpresa. El cuerpo del político, de 53 años, ha sido hallado a unos metros de su vehículo en la localidad de Odintsovo, en la región de Moscú, con una herida de bala en la cabeza.
Según el Comité de Investigación ruso, la pesquisa oficial apunta a un suicidio. Algunos círculos políticos de Moscú aseguran que estaba a punto de ser acusado de corrupción.
Poco después de conocerse el suceso, el primer ministro ruso, Mijaíl Mishustin, ha propuesto formalmente a la Duma Estatal la candidatura del sucesor del fallecido. Se trata de Andréi Nikitin, quien hasta ahora ejercía como viceministro de Transportes.
Starovoit fue gobernador de la provincia fronteriza de Kursk hasta mayo de 2024, meses antes de la invasión ucrania en la región. Su sucesor, Alexéi Smírnov, ha sido detenido recientemente por un presunto fraude de más de 1.000 millones de rublos, unos 10 millones de euros, en la construcción de la defensa en la región. Según los medios rusos, Smírnov y otros arrestados han declarado contra el fallecido.
Las obras de las estructuras defensivas en la región de Kursk comenzaron en octubre de 2022, después de que el ejército ruso retrocediese en varios frentes. Sin embargo, la ofensiva sorpresa ucrania de agosto de 2024 sorteó sin problemas los obstáculos. Según el actual gobernador interino de Kursk, Alexánder Jinshtein, 4.000 de los 19.000 millones de rublos destinados a las fortificaciones fueron robados. La pena por malversación de estos fondos podría alcanzar los 20 años de prisión.
Los servicios de seguridad han hallado junto a Starovoit una pistola Makárov que recibió en 2023 como premio del Ministerio del Interior por su gestión de la seguridad ciudadana.
Las circunstancias de la muerte de Starovoit no han sido aclaradas hasta ahora. Las fuentes de la redacción rusa de Forbes aseguran que el exministro falleció este domingo y su deceso fue ocultado por los servicios de seguridad. El canal Mash, próximo a la policía, sostiene por su parte que Starovoit acudió a su oficina este lunes por la mañana y dejó escrito a sus guardas dónde hallar su cuerpo. El diario Kommersant, por su lado, publica que el político fue interrogado el domingo por la noche.
El Ministerio de Transporte ruso difundió un comunicado este domingo en el que afirmaba que Starovoit estuvo presente en una reunión sobre el vertido de amoniaco de un carguero en el puerto de Ust-Luga. Sin embargo, el presidente del Comité de Defensa de la Duma Estatal, Andréi Kartapólov, dijo este lunes que la muerte de Starovoit ocurrió “hace bastante tiempo”.
Según el canal de Telegram de Baza, también cercano a la policía, Starovoit habló con su familia por última vez hace dos días durante una visita a su hija.
Un importante exasesor de Putin, Serguéi Markov, especulaba antes de conocerse el deceso de Starovoit sobre las causas de su cese. Además del presunto fraude en los fondos de defensa, Markov destacaba “su incapacidad para garantizar el tráfico aéreo normal ante un ataque con drones de Ucrania” -alrededor de medio millar de vuelos han sido cancelados en Moscú solo este fin de semana- y dejaba entrever que el reparto del pastel en las altas esferas rusas continuiaría tras la destitución de Starovoit. “La estabilidad y el transporte seguirán bajo el control de los hermanos Rotenberg —empresarios muy cercanos a Putin— con el nombramiento de Nikitin”, aseguró.
Una segunda muerte en el ministerio
Además, de Starovoit, este lunes también ha muerto repentinamente otro alto cargo del Ministerio de Transportes durante una reunión. El subdirector del Departamento de Administración de Propiedades de Rosavtodor, Andréi Korneichuk, de 42 años, “se levantó repentinamente, cayó al suelo y falleció”, según los canales próximos a las fuerzas de seguridad rusas.
El supuesto suicidio de Starovoit es el primer caso de este tipo, a tan alto nivel, en la administración rusa desde la caída de la Unión Soviética. Sin embargo, su hipotética acusación de corrupción se habría sumado a muchas otras más desde que comenzó la guerra. El Kremlin apartó al exministro de Defensa Serguéi Shoigú en abril de 2024 y abrió varios casos penales por sobornos contra sus subordinados. Su segundo al mando, Timur Ivanov, fue condenado a 13 años de prisión la pasada semana.
La muerte de Starovoit alimenta además la rumorología dentro de Rusia tras producirse apenas tres días después de que el vicepresidente de la petrolera Transneft, Andréi Badalov, perdiese la vida tras caer desde un decimoséptimo piso en Moscú. Su fallecimiento volvió a desempolvar el debate sobre la ola de muertes violentas de altos ejecutivos rusos al comienzo de la guerra.
En el caso de haber sido detenido, Starovoit habría tenido la posibilidad de alistarse en el ejército y recibir el indulto automático del Kremlin. “Cuando se tiran por la ventana o se disparan para evitar ser juzgados, ¿de qué tienen miedo? ¿De ser torturados? Los detenidos del Ministerio de Defensa parecen estar sanos y los funcionarios de la región de Bélgorod [encarcelados] se alistan con normalidad”, se pregunta la reconocida politóloga Ekaterina Shulman en su canal de Telegram.