Agencias
Dani Alves, ex jugador de Pumas en la Liga MX, fue condenando este día a 4 años y medio de prisión tras ser declarado culpable de agresión sexual contra una joven, en Barcelona, España, por hechos ocurridos en 2022.
El tribunal, que en un comunicado dijo dar por “probada la violación”, le impuso 5 años adicionales de libertad vigilada, orden de alejamiento de la víctima por 9 años y medio y el pago de una indemnización de 150 mil euros.
El lateral brasileño estaba en prisión desde su detención en enero de 2023, cuando las autoridades de Barcelona lo aprendieron antes de regresar a México, para reportar con el Club Universidad, por dichas acusaciones.
La justicia de España juzgó al ex seleccionado de su país los días 5, 6 y 7 de febrero ante la Audiencia de Barcelona, mientras su su defensa intentó conseguir la absolución argumentando que las relaciones sexuales fueron consensuadas.
Desde un inicio del proceso legal, la Fiscalía solicitó una pena de 12 años en contra del mundialista en Qatar 2022 y que fue despedido de Pumas tras las acusaciones en enero de 2023.
Alves fue procesado por agresión sexual en julio de 2023 y se le fijo una fianza de 150 mil euros, hecho con el que su defensa intentó solicitar un arreglo económico con la víctima y reducir la pena.
En diciembre de 2023 se definieron las fechas en que Dani sería juzgado, y un año después de los hechos, recibió condena para seguir en prisión por 4 años y medio, la cual deberá cumplir en prisión.
El Juicio contra Alves
Protegida por medidas para preservar su anonimato en un juicio de gran expectativa mediática, la denunciante, que todavía sigue en tratamiento psicológico, declaró a puerta cerrada.
También lo hicieron sus dos acompañantes aquella noche, que apuntalaron su versión al describir el estado de nervios en el que encontraron a la joven, quien según su amiga salió del baño “llorando desconsolada” y les contó que Alves le había hecho “mucho daño”.
El futbolista, que tomó la palabra el último día y sólo respondió a las preguntas de su abogada, negó sin embargo que hubiera ejercido cualquier tipo de violencia y reiteró que las relaciones habían sido consentidas.
“Podía salir en cualquier momento, no estaba obligada a estar allí”, aseguró Alves sobre la joven, durante una declaración en la que aseguró que no es “un hombre violento”.
“Estábamos los dos disfrutando”, agregó el brasileño, que cambió durante estos meses varias veces su versión de los hechos.
Las pruebas
El tribunal escuchó a casi una treintena de testigos, entre ellos policías y empleados del local que atendieron a la denunciante, quienes incidieron igualmente en su estado de “shock”, así como su reticencia inicial a denunciar.
Los testimonios del entorno de Alves se centraron, de su lado, en resaltar que el futbolista había bebido mucho, aunque su amigo Bruno, el único que lo acompañaba aquella noche, indicó que mantuvo una “química respetuosa” con la mujer.
La Fiscal, Elisabet Jiménez, consideró durante el juicio que la mujer presentó un “relato absolutamente creíble” desde que se iniciaron las investigaciones, y aseguró que Alves usó la “violencia” para forzar a la joven, que “hizo lo que pudo” para zafarse.
El exfutbolista del FC Barcelona y del PSG, de 40 años, puede recurrir la sentencia. Su defensa, sin embargo, había solicitado su absolución y, en caso de condena, su letrada había evocado el consumo de alcohol como una de las posibles atenuantes.
Al igual que durante el juicio oral, celebrado entre el 5 y el 7 de febrero, Alves fue conducido este jueves a la Audiencia de Barcelona en un furgón policial desde la prisión española en la que lleva recluido 13 meses para recibir la sentencia.