
Agencias
Un rancho que en casi cinco meses había sido intervenido en dos ocasiones por autoridades de los tres niveles de gobierno, y en el que apenas en enero pasado se identificó un centro clandestino de entrenamiento del crimen organizado, fue nuevamente escenario de un hallazgo este jueves, cuando se localizaron tres supuestos hornos utilizados para la cremación ilegal de cuerpos.
El descubrimiento se realizó en el predio conocido como Izaguirre Ranch, ubicado en la comunidad de La Estanzuela, en el municipio de Teuchitlán, al poniente del Área Metropolitana de Guadalajara.
La Fiscalía General de Justicia de Jalisco informó que en el sitio se localizaron restos óseos calcinados, aunque no se pudo determinar su número, así como 96 casquillos de diversos calibres, algunos incompletos, deformes u oxidados. También se aseguraron tres cargadores y unos “aros aprehensores metálicos”.
La dependencia estatal puntualizó que las labores de búsqueda de personas continúan en distintos puntos, incluidos aquellos explorados en septiembre pasado, cuando el rancho fue intervenido por primera vez.
Como resultado de la inspección realizada ayer, la Fiscalía identificó “dos circunstancias inéditas: los restos óseos fueron calcinados e inhumados y, adicionalmente, ocultados bajo una capa de tierra y una losa de ladrillo, lo que impidió su detección en la inspección inicial”.
El descubrimiento ocurrió luego de que un colectivo de búsqueda de personas alertara sobre la posible presencia de restos humanos en el lugar.
Personal de la Fiscalía estatal acudió al rancho con una orden de cateo, acompañado de peritos del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, la Fiscalía Especializada en la Búsqueda de Personas y la Policía Municipal de Teuchitlán.
Activistas que realizaron su propia prospección tras recibir una denuncia anónima encontraron ropa, zapatos y un altar a la Santa Muerte con ofrendas. En su inspección, localizaron los tres crematorios clandestinos, que contenían varios lotes de huesos.
El fiscal general del estado, Salvador González de los Santos, explicó que en las dos intervenciones previas de las autoridades en el rancho, en septiembre y enero pasados, no se localizaron los hornos debido a la extensión del predio.
“Son bastantes hectáreas. El colectivo tenía información y ahora llegó un dato específico sobre un punto donde estaban los restos. No quiere decir que no se haya buscado antes. Se hicieron los cruces con diversas carpetas para verificar si pudieran corresponder a personas desaparecidas. El rancho estaba asegurado, pero lo importante es que esta búsqueda, a final de cuentas, tuvo resultado”, dijo el funcionario.