El gobierno de Oaxaca decretó tres días de luto en honor al artista plástico Francisco Toledo, originario de Juchitán, esto a partir del viernes y hasta este domingo.
En un comunicado, dio a conocer que la Bandera Nacional se mantendrá izada a media asta en espacios y edificios públicos en honor al promotor cultural, filántropo, luchador social y ambientalista.
También se colocó un moño negro en la fachada principal del Palacio de Gobierno.
La administración estatal lamentó la partida de uno de los artistas oaxaqueños más grandes de todos los tiempos.
En la intimidad y reserva que dispuso la familia del artista oaxaqueño Francisco Toledo y siguiendo la propia voluntad del pintor, se llevaron a cabo las honras funerarias en su casa de la ciudad de Oaxaca.
Toledo fue cremado el viernes y la familia no ha anunciado en qué lugar quedará la urna fúnebre de quien fuera exaltado en 2014 por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes como el artista vivo más importante de México.
Ayer, familiares del maestro Francisco Toledo, acudieron al IAGO, único espacio habilitado por los deudos para homenajear simbólicamente al maestro que murió la noche del 5 de septiembre.
Aplausos, llantos y diversas muestras de afecto, recibieron de amigos y admiradores del maestro que desde ayer en la noche convirtieron una de las salas del IAGO en capilla ardiente.
Doctor Lakra, Natalia Toledo, Sara López, Laureana Toledo y su esposa Trine Ellistgaard, permanecieron en silencio en la sala que vio todos los días desarrollar la capacidad creadora de su papá.
Antes de retirarse, en nombre de la familia, Sara López agradeció a los asistentes las muestras de cariño hacia su padre.
“Por el respeto y por todo el cariño que le tiene a mi papá se los agradezco mucho a todos ustedes”, dijo López sollozando para después retirarse del patio del centro artístico.
A la familia del artista, la acompañaron filántropos que secundaron la labor del artista en bien de las artes de Oaxaca.
Al IAGO, inmueble del centro histórico de Oaxaca que alberga un acervo de más de 75 mil volúmenes con temas de arquitectura, plástica y gráfica, acudieron también filántropos como Alfredo Harp Helú, que secundaron la obra social del maestro desaparecido.
“México es grandioso y Toledo es fundamental en esta época que a él le tocó vivir y a él no se le puede comparar con nadie en lo artístico y en lo social, necesitaríamos muchos Francisco Toledo para ver, si todos los días nos levantamos y pensamos como pensaba Toledo, haríamos un país más grande” dijo el empresario Harp.