Mujeres que se cuidan

Mi nombre es María Teresa Moctezuma Sochihua, en este año me titulé como Psicóloga a través de un trabajo de investigación documental con el título “Consecuencias psicológicas en esposas en su papel de cuidadoras dentro del matrimonio tradicional”; esto me permitió sensibilizarme con las mujeres que todos los días y por muchos años se han dedicado al trabajo doméstico y de cuidados de todas y todos los integrantes de la familia, descuidando de una manera importante su salud física, emocional y mental. Las dobles o triples jornadas de trabajo a las que están sometidas no les permite cuidarse a sí mismas. ¿Cómo lograr que las mujeres con las tareas cotidianas del hogar puedan tener conciencia sobre ellas mismas?

Durante muchos años, dentro del matrimonio, las mujeres han sufrido desigualdades respecto a los trabajos domésticos y de cuidado a integrantes de la familia, debido a los patrones de conducta aprendidos desde la infancia que se refuerzan dentro de la dinámica familiar y en la educación institucional; creando expectativas del cómo deben ser, pensar y actuar; incluso, con comportamientos de servidumbre, afecto, situándolas en un estado subordinación y de vulnerabilidad, por el contrario de los hombres se esperan comportamientos de competencia, del trabajo fuera de casa, de mayor prestigio, economía y poder dentro de la sociedad.

De acuerdo a estudios de casos de mujeres cuidadoras se puede observar que  la energía vital en los organismos de las mujeres se ve deteriorada a causa de los excesivos trabajos domésticos, de cuidados y como resultado están las enfermedades psicológicas como la ansiedad y la depresión, manifestando síntomas como deterioro cognitivo (pérdida de la memoria, dificultad para concentrarse, seguir instrucciones y resolución de problemas, pérdida de motivación y desorientación),  aislamiento, cansancio, dolor de cabeza y espalda, sensación de debilidad en diferentes partes del cuerpo, sentimientos permanentes de tristeza, desesperación, pérdida de energía y dificultad para manejarse en la vida cotidiana normal, sentimientos de inutilidad y desesperanza, pérdida del placer en la realización de actividades, cambios en los hábitos de alimentación o dormir, y pensamientos de muerte o suicidio.

Es importante que las mujeres se informen para que conozcan sobre el autocuidado para la conservación de su salud física, emocional y mental.

Es determinante también el darse cuenta de la carga de trabajo invisible y no remunerado al que están sometidas provocando deterioro en su salud con el paso del tiempo, así mismo, estar conscientes y convencidas que la participación de los demás integrantes de la familia es fundamental para disminuir las afectaciones físicas, emocionales y mentales que se presentan en sus organismos.

Algunas recomendaciones a las mujeres esposas cuidadoras dentro del matrimonio tradicional para conservar su salud física, emocional y mental son las siguientes:

  • Informarse de sus derechos dentro del sector salud, para asistir periódicamente a asistencia médica.
  • Asistir a terapia psicológica particular o en centros de servicio social o telefónica.
  • Cuidar su alimentación.
  • Tener contacto con la naturaleza.
  • Hacer ejercicio 3 o 4 veces a la semana (caminar, correr, nadar, hacer zumba, ir al parque a distraerse, meditar)
  • Conectar con la naturaleza.
  • Buscar medicina alternativa.
  • Crear grupos de mujeres cuidadoras para compartir experiencias para ayuda mutua.
  • Investigar sobre la enfermedad de su familiar, para la resolución de problemas de salud imprevistos al alcance de sus posibilidades.
  • Exigir la participación de los demás integrantes de la familia, hombres y mujeres en el trabajo doméstico y de cuidado.
  • Promover el trabajo doméstico y de cuidados desde el hogar sin importar el sexo biológico.