En la región de la Cañada y Sierra Mazateca participaron municipios como Huautla de Jiménez, Santa María Chilchotla y Teotitlán de Flores Magón, también la Universidad de la Cañada, entre otros.
Dependencias del gobierno estatal, de la iniciativa privada, instituciones educativas y ciudadanía en general participó en las acciones para simular su actuación durante un sismo de 8.6 en la escala de Richter, identificar puntos de riesgo y prevenir en caso de una eventualidad.
La alerta sísmica se activó y las brigadas de Protección Civil comenzaron a evacuar los edificios. Sonaron las sirenas de ambulancias, carros de bomberos, patrullas, cuerpos de seguridad y de auxilio médico también participaron.
Se escuchaban entre los participantes las anécdotas de algún terremoto vivido, de oaxaqueños originarios del Istmo de Tehuantepec que también en 2017, pero el 7 de septiembre, fueron protagonistas del terror cuando 8.2 grados Richter sacudieron la tierra y cambiaron para siempre su vida.
Para muchos escuchar la alerta sísmica es ya una experiencia traumática y sin duda este tipo de eventos les recuerdan la vulnaverabilidad de la vida.