Pueblos de la Sierra de Juárez se hermanan en la segunda edición de la Guelaguetza Serrana

Staff Ruta 135

San Melchor Betaza, Oaxaca.- La hermandad de los pueblos de la Sierra de Juárez se hizo patente una vez más, durante la segunda edición de la Guelaguetza Serrana que se vivió en este municipio y en la cual a través de la presentación de 10 delegaciones se mostró la música, danzas y tradiciones que conforman lo más representativo de sus pueblos zapoteco y mixe de la región.

En este encuentro de cultura y tradición, la guelaguetza retomó su esencia ancestral al ser una manifestación de cooperación mutua que nace en los pueblos y comunidades oaxaqueñas.

En este ambiente de algarabía, las mujeres y hombres de las delegaciones participantes invitaron a propios y extraños a sumarse a esta celebración que se llevó a cabo en la explanada municipal con la presencia de la Diosa Centéotl Leticia Santiago Guzmán, originaria de la zona chatina del estado, quien en su lengua materna mostró su orgullo por participar en este encuentro pluricultural e invitó a seguir conservando las raíces.

La delegación anfitriona de San Melchor Betaza fue la encargada de iniciar esta fiesta con sus tradicionales sones y jarabes, arrancando los aplausos del público. Le siguieron Santa María Tlahuitoltepec con su rito, festividad y sones mixes, que mostraron el misticismo de su tierra jamás conquistada.

De San Andrés Solaga, San Bartolomé Zoogocho, Santiago Jocotepec, San Pedro de Teococuilco de Marcos Pérez, y San Pablo Macuiltianguis, también compartieron su ofrenda con las personas que asistieron.

La danza de los negritos de Villa Hidalgo Yalalag, un baile que tiene sus orígenes ancestrales también se hizo presente en esta Guelaguetza Serrana, en la que Tamazulapam del Espíritu Santo, Mixistlán de la Reforma, así como San Pedro y San Pablo Ayutla compartieron sus usos.

En este marco, la secretaria de Turismo de Oaxaca, Saymi Pineda Velasco, destacó que como una acción prioritaria del Gobernador Salomón Jara Cruz, la guelaguetza ha retomado su origen comunitario, devolviendo al pueblo la verdadera esencia de la fiesta oaxaqueña.